La prestación de servicios jurídicos conlleva, en la mayoría de los casos, la elaboración de todo tipo de documentos escritos, los cuales no solo son leídos por el cliente, sino por otros agentes cuya percepción puede determinar el éxito o el fracaso del proceso en un momento dado.
En escritos de contenido jurídico existen dos aspectos de suma importancia. En primer lugar, los escritos deben carecer de errores tipográficos y gramaticales que puedan comprometer, tanto la calidad del texto, como la seriedad del redactor. En segundo lugar, es imperioso que el texto se haya redactado en un estilo depurado y unificado (sistema de citas uniforme, elementos para destacar homogeneizados, etc.).
Uno de los principales problemas en este tipo de escritos, es que muchas veces el propio redactor del texto original no se ha preocupado lo suficiente de que su contenido sea legible. Es un error común pensar que lo que entendemos nosotros es también comprensible para los demás.
Para lograr avances en este ámbito, lo ideal sería que la comunidad jurídica se concientizara de que la complejidad inherente a los escritos de índole legal puede traer múltiples dificultades a sinnúmero de autores y que, más allá del contenido, la forma es igual de importante y debe cuidarse al máximo la presentación de los documentos, pues, será la primera impresión que el lector va a tener antes de acometer la lectura de este.
De manera que, a la hora de solicitar los servicios de un corrector de estilo en esta materia, es imprescindible considerar el perfil de este, toda vez que es preciso que tenga amplio conocimiento y experiencia en el empleo de la terminología especializada y la aplicación adecuada del lenguaje jurídico para no alterar el propósito original del escrito.
Es por lo que, en la actualidad, la externalización de estos servicios a un profesional de la corrección no solo supone un considerable ahorro de tiempo y dinero, sino que también implica una garantía de calidad.
Como ves, la revisión y corrección de textos es una tarea muy seria y exigente. Deja en manos profesionales ese proyecto tan valioso.